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La Importancia de las Habilidades Transversales en el Desempeño de los Abogados




¿Te has preguntado qué habilidades tienen en común los profesionales más exitosos?, el común denominador en todos ellos, es que, independientemente del amplio dominio de la materia en que se desenvuelven (conocimiento técnico), tienen desarrolladas aptitudes, denominadas habilidades blandas, conocidas en inglés como (soft skills); y también invierten en habilidades de carácter complementario, afines a su carrera. En su conjunto, las podemos denominar habilidades transversales. Los abogados, ya sea como parte de un gran corporativo jurídico, como profesionistas independientes o servidores públicos, requerimos desarrollar de manera conjunta estas habilidades para incentivar nuestro crecimiento profesional de manera exponencial, y que permita diferenciarnos del común denominador de los abogados.


Entre las aptitudes o habilidades que pueden ayudar a mejorar el ejercicio profesional en los abogados, se encuentran:


  1. Habilidades de comunicación oral y escrita. Para comunicarnos efectivamente con nuestros clientes y colaboradores, en nuestra labor, es fundamental contar con habilidades de comunicación, pues ya sea de manera oral, o por escrito, es la manera en que expresamos nuestros argumentos en todo momento. Entonces, por muy buenos que éstos sean, si hay dificultad en la comunicación, el mensaje no podrá ser percibido de manera efectiva por nuestros receptores en el proceso de comunicación.

  2. Escucha activa. El hecho de no saber escuchar puede representar problemas entre los equipos de trabajo, con los clientes, y en los Tribunales. Pues si somos ajenos en situarnos en lo que la otra persona tiene que decirnos, difícilmente podemos, o bien, entender las necesidades de nuestros clientes, obtener retroalimentación de nuestros equipos de trabajo, obtener información para controvertir lo planteado por nuestra contraparte en un juicio.

  3. Liderazgo. Se considera líder a aquella persona que encabeza, entre los de su profesión o actividad, y orienta las habilidades e impulsa a sus compañeros, a través de su influencia personal, para la consecución de objetivos específicos. Precisamente esta cualidad es la que distingue a los abogados exitosos, pues ellos dirigen grupos de personas hacia la consecución de objetivos como pueden ser: la organización adecuada de un Juzgado; ganar un caso ante los Tribunales; cerrar un buen acuerdo en un caso importante. No existe límite en los objetivos a conseguir con un liderazgo adecuado.

  4. Trabajo en equipo. Actualmente los trabajos en el ámbito jurídico se realizan con un enfoque colaborativo. Quedaron atrás los tiempos en que los abogados se conducían de manera individual. Es necesario poder participar, o tener la capacidad de dirigir equipos de trabajo, con la finalidad de cumplir objetivos de manera más rápida y efectiva, con la suma de diversos talentos, ideas y capacidades.

  5. Toma de decisiones. Para resolver un conflicto jurídico, es necesario determinar qué estrategia seguiremos para la resolución de un asunto, para interponer o no un recurso, o al liderar o coordinar un equipo de trabajo, es necesaria la toma de decisiones. En todas estas actividades, es preciso determinar qué camino seguir con las diferentes alternativas existentes, de manera asertiva, adecuada. Además, que las decisiones deben ser tomadas en el momento preciso; una decisión adecuada tomada a destiempo, se puede convertir en una mala decisión.

  6. Negociación. La mayor parte de los conflictos pueden ser resueltos, a través de medios alternos de solución de conflictos, sin necesidad de continuar un largo juicio. Las tendencias legislativas con la transición a los juicios orales y la creación de centros de mediación, ponen de relieve que es preciso contar con habilidades de mediación y negociación para conseguir los mejores resultados a nuestros clientes, a través de convenios judiciales o extrajudiciales, así como formas anticipadas de terminación de los procedimientos.

  7. Inteligencia emocional. Beneficia el establecimiento de relaciones sociales sanas. Pues fomenta el entendimiento en los sentimientos de los demás, a través de la empatía y asertividad, para expresar correctamente nuestras emociones. Algo que es útil en nuestro entorno profesional, para que, conjuntamente con el conocimiento técnico en materia jurídica, podamos tomar decisiones adecuadas con independencia de nuestro estado anímico.

  8. Imagen profesional. Proyectar una imagen profesional, vestimenta, manejo de protocolos empresariales, así como la imagen verbal y no verbal, reflejan nuestro profesionalismo y genera confianza en el entorno en el que nos desarrollemos.

  9. Conocimiento en idiomas. El conocimiento de un idioma extranjero permite tener acceso a grandes textos jurídicos que no cuentan con traducción al español, seminarios, conferencias. Además, que las grandes compañías realizan sus negocios, por ejemplo, en el idioma inglés. Por ello la importancia de conocer un idioma adicional, para tener mayor acceso a conocimiento jurídico, y también a eventuales clientes.

  10. Dominio de las tecnologías. Hoy en día, con la llegada de la pandemia está más vigente que nunca la importancia y trascendencia de las tecnologías, pues la justicia se ha trasladado al ámbito tecnológico. Incluso también es un facilitador en la comunicación y relación con nuestros clientes. ¡Innovar o morir!

Todas estas destrezas en su conjunto, son necesarias para un mejor ejercicio profesional. Por eso, es importante comenzar cuanto antes las habilidades transversales, ya que son muy bien valoradas por las organizaciones, así como por nuestros clientes. Y permitirán diferenciarnos de nuestra competencia, y poder tener acceso al cobro de mejores honorarios profesionales.


Estas y otras habilidades podrás desarrollarlas en nuestros diplomados online y ofertas académicas de cursos online en el ámbito jurídico.

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